Las secuelas de los tres años
de conflicto bélico se prolongaron bastante tiempo después de terminada la
guerra civil.
Como suele ocurrir fueron los
más desfavorecidos las víctimas que pagaron con más crueldad los efectos de
la posguerra. Las enfermedades y la hambruna hicieron auténticos estragos
en la población civil como se puede ver reflejado en los altísimos
índices de mortalidad, principalmente infantil, que se dieron en la
época.
Si bien es cierto que el
estado de salud de una sociedad guarda relación directa con las características
biológicas y sociales de los individuos que la componen, no es menos cierto que
las deficitarias condiciones sociales, laborales y sanitarias repercutieron
negativamente en la recuperación de la sociedad. En estas circunstancias se
presentaba una oportunidad única para poner en práctica los principios de San
Juan de Dios, es decir, dotar a los estratos menos favorecidos la ayuda
necesaria para mitigar las deficiencias derivadas de la época de confrontación.
En Asturias, los Hermanos de
San Juan de Dios no dudan un instante en la aportación que ellos pueden brindar
a la sociedad civil como ya lo estaban haciendo en otros lugares de España
tales como en Madrid ( Hospital de San Rafael), Santander (Santa Clotilde),
Barcelona (Hospital de San Juan de Dios), o Vigo (San Rafael). Es precisamente
en esta última ciudad donde va a surgir el milagro… En la ciudad de Vigo vivía
un personaje, que va a ser el auténtico protagonista y mecenas del nuevo centro
gijonés, El Sanatorio Marítimo.
En Vigo vivía
D. Hermenegildo Alfageme, el
cual poseía unas importantes fábricas de conserva de pescado. Una de esas
fábricas estaba muy cerca de la clínica que los Hermanos
Hospitalarios tenían en dicha ciudad
La función principal de ese hospital era la atención de un
considerable grupo de niños pobres y enfermos. D. Hermenegildo era testigo
presencial del trato y las atenciones que los Hermanos de San Juan de Dios
tenían para con estos niños enfermos. Un día quiso el destino que D.
Hermenegildo entablara conversación con el H. Arsenio Virumbrales, quien a su vez, era el Superior del Hogar-Clínica de San Rafael. En la conversación
D. Hermenegildo propone al H. Arsensio, su intención de levantar un hospital similar al de Vigo en la ciudad asturiana de Gijón, en memoria de dos de sus seres más
queridos: D. Bernardo su padre y Hermenegildo su hijo. y así dar respuesta a tantos y tantos niños enfermos como había, sobre todo,
en Las Cuencas Mineras del Nalón y del Caudal. En dicha
conversación, D. Hermenegildo concreta la acción a tomar y
determinan el fín benéfico, que había de tener, ofreciendo a La Orden Hospitalaria
la ayuda necesaria para la futura fundación. El H. Arsenio transmite a sus
superiores las intenciones de D. Hermenegildo y en breve tiempo se entrevista
con el Padre Provincial de La Orden Hospitalaria , Padre Claudio Piña
Tejedor.
Ambas partes acuerdan levantar un nuevo Hospital, que se denominará Hospital Infantil de San Bernardo y San Hermenegildo para niños lisiados pobres y que se levantará en el mismo lugar donde años atrás fallecieron el padre e hijo del nuevo benefactor.
Tras realizar las gestiones oportunas y aunar en el proyecto a las
autoridades locales y provinciales se prodecería a iniciar las obras de
construcción con una idea clara y concisa:Ambas partes acuerdan levantar un nuevo Hospital, que se denominará Hospital Infantil de San Bernardo y San Hermenegildo para niños lisiados pobres y que se levantará en el mismo lugar donde años atrás fallecieron el padre e hijo del nuevo benefactor.
La caridad deberá prevalecer sobre la venganza.
Gerardo Alonso Matías.
Gerardo Alonso Matías.
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