Terminadas las obras de
construcción, el Sanatorio Marítimo presenta un bonito aspecto, se están
ultimando los últimos detalles y la obra se da por concluida. Ahora se inicia
un nuevo trabajo arduo y difícil, el de las suscripciones. Por toda la región asturiana de desplazan los nuevos Hermanos
llegados para tal fin. Se comienza a patear las zonas mineras de Langreo y de
Mieres, los resultados son muy satisfactorios. El fin que persigue el Sanatorio
Marítimo, ayudar al niño pobre y enfermo, ha calado muy hondo en el pueblo asturiano. El día 9 de Julio
llegaron a Gijón los 5 primeros Hermanos, entre los que se encontraba un
asturiano natural de Carbayín, estos Hermanos van
a formar la Primera
Comunidad religiosa que va a regentar el Sanatorio Marítimo.
El día 5 de Agosto de 1945 ingresan los tres primeros niños, Jesús Fueyo de 13
años, natural de La Felguera ;
José Minervino Valdés de 12 años natural también de La Felguera y Jesús
Felgueroso de 10 años natural de Sama de Langreo y así fueron ingresando paulatinamente
niños de distintos lugares de Asturias, de tal forma, que el día 8 de
Septiembre, fecha de la inauguración ya se encontraban hospitalizados 46 niños.
Días antes de su inauguración
se imprimieron centenares de invitaciones concebidas en estos términos:
Capilla antigua del Sanatorio Marítimo.1945. |
“Orden Hospitalaria de San
Juan de Dios. Solemne bendición e inauguración del Sanatorio Marítimo de San
Bernardo y San Hermenegildo para niños lisiados pobres, sito en el camino de La Providencia en Gijón,
en su nombre el P. Provincial tiene el honor de invitarle a Vd. a tan solemne
ceremonia de su inauguración, ésta tendrá lugar el día 8 de Septiembre festividad de la Santina de Covadonga”.
Y llegó el día 8, día tan
esperado por muchos gijoneses y por muchos asturianos. Amaneció un día de los
clásicos del litoral cantábrico en el cual alterna el sol y la bruma, que se
van convirtiendo en nubes, nubes que a lo largo del día van a descargar ese orvallu tan característico de nuestra región.
La coincidencia de ser el día de Covadonga sirvió para que el entusiasmo del
pueblo se desbordara en todos los actos que se desarrollaron a lo largo del
día. Presidió la inauguración la esposa del Jefe del Estado Doña Carmen Polo
acompañada de su hija Carmen Franco, que sería la madrina de dicho acto. Fueron
muchas las autoridades civiles y militares presentes en todos los actos, así
como representantes de las distintas comunidades religiosas de Gijón y Oviedo.
Tanto las Ilustres damas como las autoridades civiles y militares fueron
recibidas a las puertas del Sanatorio Marítimo por el H. Provincial de la Orden Hospitalaria
de San Juan de Dios, Claudio
Piña Tejedor. También asistieron a dicho acto D. Hermenegildo Alfageme,
acompañado de su esposa e hijos, así como el nuevo primer director médico D.
Aquilino Hurlé. El Obispo de Jaén D. Rafael García bendijo las distintas
dependencias del Sanatorio Marítimo. El Sr. Arzobispo de Oviedo no pudo asistir
por estar ese día celebrando la
Patrona de Asturias en Covadonga. Todos los asistentes hicieron
grandes elogios de las distintas instalaciones, parándose a saludar e
interesarse por los niños hospitalizados, con los que compartieron
amigablemente. El acto solemne de la inauguración se celebró en la hermosa
terraza, en la cual se había levantado una tribuna para que los gijoneses, que
se habían acercado hasta el Sanatorio Marítimo pudieran ser testigos del
acontecimiento. En dicho acto tomaron la palabra distintas personalidades: El
Padre Provincial dando las gracias a los asistentes pero de una manera especial
a D. Hermenegildo Alfageme. Entre otras cosas dijo. “En este Sanatorio
Marítimo, serán recibidos cuantos niños enfermos y pobres llamen a sus puertas
y sufran desviación de la columna vertebral, padezcan lesiones de cadera,
tumores blancos, mal de Pott, parálisis infantil, procesos fistulares, pies
zambos y tantas otras malformaciones congénitas, propias de la especialidad
ortopédica a,la que se dedicará este Sanatorio”. Seguidamente tomó la
palabra el Sr. Alfageme quien dio las gracias a La Orden Hospitalaria
y al pueblo de Gijón por ver coronada una de sus grandes ilusiones, cual era,
ver levantado un Centro Sanitario para niños pobres en el mismo lugar donde un
día, no muy lejano, perdieron su vida sus seres queridos.
La prensa local y nacional,
así como las emisoras de radio local y regional, se hicieron eco de este
acontecimiento vivido en Gijón. El diario Pueblo de Madrid publicaba en sus
páginas el siguiente comentario. “Todos
los que visitan este centro gijonés del Sanatorio Marítimo, son, en el futuro,
propagandistas y protectores de esta gran obra.”
Gerardo Alonso Matías.
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