lunes, 10 de agosto de 2015

Asturias siempre colaboró con el Marítimo

Las obras de ampliación del Sanatorio Marítimo van a un ritmo bastante bueno. Muchos de los principales pabellones ya están terminados y el aspecto, que presentan, en su conjunto es muy positivo. El proyecto y diseño de la obra ha sido ejecutado por los arquitectos gijoneses, hermanos Miranda, Alejandro y Alfredo.

Se han adaptado perfectamente a la parcela de forma irregular predominantemente alargada de más de 30.763 metros cuadrados, separada del mar por la carretera de la Providencia y a unos 3,5 Km de la ciudad de Gijón. El emplazamiento cerca del mar, en una zona muy sana y con unos paisajes circundantes de una belleza extraordinaria, se considera idóneo para este tipo de instalaciones hospitalarias y educativas.
Portada de "ASTURIAS SEMANAL"
 El mayor inconveniente, que está encontrando el Marítimo, es su financiación. Es un presupuesto muy elevado, que de momento, es muy difícil de afrontar pero no queda otro remedio que enfrentarse al mismo y seguir adelante. La Orden Hospitalaria está colaborando al máximo con este proyecto, pero son muchos los frentes a los que tiene que acudir y atender. Aquí en Gijón, una vez más, se ha confiado en la generosidad del pueblo asturiano y a la colaboración, que siempre ha prestado, cuando se le ha requerido. Todo el mundo ha puesto su granito de arena y poco a poco la obra ha seguido adelante. Prensa, Radio y TV han sido, una vez más, los grandes colaboradores, que han ayudado y siguen ayudante siempre, que se ha solicitado su ayuda.
La Revista  ASTURIAS SEMANAL, que se editaba en la ciudad de Oviedo, dedicó sus páginas como “número extra pro-subnormales del Sanatorio Marítimo de Gijón” con el tema o eslogan de “Ayuda a los niños que no pueden volar”.
Si contemplamos la carátula de la primera hoja veremos que nos ofrece unos alegres y juguetones pajarillos, que revolotean sobre la maqueta del proyecto, ya en construcción para acoger, como se merece, a un buen grupo de estos niños asturianos.
El intento de “ASTURIAS SEMANAL,” era contribuir a la solución asistencial de los discapacitados, problema hondo y humano, que afectaba, por aquel entonces en Asturias, a unos 10.000 niños “Tenemos conciencia de su mal y queremos aportar, solidariamente, cierta esperanza en su recuperación, decía su editorial”.  Cada ejemplar costaba 20 pesetas, la revista se distribuyó por todos los pueblos y villas del Principado. El público asturiano acogió cariñosamente La Revista y atendió y se volcó una vez mas, en favor del Sanatorio Marítimo. Repasando su contenido hemos creído oportuno comentar algunos de sus mensajes que fueron tema de actualidad por aquellos años 70.
Entre otras cosas decía:”Cuando crecen nuestros hijos, nuestros hermanos, vemos crecer en ellos una inteligencia para pensar, una imaginación para soñar, una razón para elegir, una sensibilidad para crear y una fuerza para actuar. Estas son las alas del hombre y con ellas avanza, paso a paso, golpe a golpe, hacia la plenitud; sin ellas queda en soledad, indefenso, incompleto y a medio camino entre la vacía pureza de lo animal y la hermosa imperfección de la condición humana.”
Niña aprendiendo a planchar en el taller
Unos nueve mil asturianos, niños y mujeres han nacido en nuestro Principado “sin alas”. Estos niños y niñas, yo pienso, que son recuperables: en sus potencias disminuidas y tenues, posibilidades y aptitudes ciertas, deseos de comunicación y sobre todo, voluntad, una voluntad gigantesca de superarse y de ser como nosotros, como todos: ser con todos, volar…En esta nuestra
España querida hay hombres y mujeres, instituciones públicas y privadas, todas ellas admirables, que quieren obrar el milagro de la recuperación de estas criaturas. Una de estas instituciones es La Orden de San Juan de Dios. Hace años, que ha emprendido esa larga marcha, delicada y difícil, de ponerse al frente del rescate de esos miles de niños y niñas para el mundo “eternos niños” para el mundo de los hombres.

 En el Sanatorio Marítimo se les enseña a ser libres mostrándoles la forma de ser responsables, de participar con todos en la vida común; ellos les liberan de esa gravedad implacable y sin futuro, que les liga al polvo del camino; ellos les dan alas para que piensen, sueñen, elijan, creen y actúen; ellos les hacen adultos y hombres libres. El Marítimo acogerá con estas nuevas obras a unos 200 muchachos, muy pocos teniendo en cuenta que en Asturias hay más de nueve mil. Y qué va a ser de esa inmensa cantidad de personas, que no saben dónde acudir, que no tienen escuela, ni colegio, ni talleres donde aprender un oficio,  que no reciben ninguna contestación, que les haga ver la luz del túnel, que les rodea…
ASTURIAS  SEMANAL hace con la publicación de este número monográfico, un gesto de solidaridad y ofrece la totalidad de sus beneficios a contribuir a las obras de ese nuevo Sanatorio Marítimo. Sí, el Sanatorio Marítimo quiere ser más grande, recibir y recuperar el mayor número de niños y jóvenes discapacitados. El Sanatorio Marítimo quiere convencer a la sociedad de que estas personas pueden ser  integradas,  y todo lo que aquí se realiza en pro de estos niños/as, es obra de todos.
La mencionada revista, se repartió por todo el Principado, por sus ciudades villas u aldeas. Más de 40 voluntarios y colaboradores nos repartimos por todo el Principado llevando cuantos ejemplares podíamos y todos se repartieron. Yo recuerdo, que a mí me tocó repartir la revista por Luarca, Vegadeo, Boal y cuantos pueblos y aldeas encontrábamos en nuestro camino.
En otro orden de cosas diré que el Sanatorio Marítimo sigue su camino frenético en la admisión de nuevos niños discapacitados. Las obras van a muy buen ritmo, la parte del edificio central ya se ha concluido, es decir, La Capilla y el nuevo Salón de Actos, así como toda la remodelación de oficinas administrativas, portería, donde se han bajado los techos. Se han cubierto las paredes con madera en el hall de entrada, se han hecho dos nuevos recibidores y se ha abierto un despacho para la Trabajadora Social. Ha quedado todo muy elegante dentro de la sobriedad y sencillez.
Se ha colocado el rótulo luminoso en la fachada principal con la inscripción: SANATORIO MARÍTIMO. Hermanos de San Juan de Dios. Ha quedado muy bonito y todos los paseantes, que transitan y pasean por el muro de día y de noche pueden contemplarlo. Se reforma totalmente, resultando prácticamente nuevo y guardando muy buena armonía con todas las construcciones nuevas, los nuevos talleres, Y donde antes era la granja de animales, ahora se ha convertido en los nuevos talleres de cocina, costura, bordado, planchado, máquinas de tricotar y peluquería, todos estos espacios corresponden a la parte alta del edificio y serán ocupados a partir de ahora, por las niñas y las Monjas serán sus tutoras y maestras, ahora podrán convivir con los niños en cuanto al Colegio y Talleres. 
Jóvenes aprendiendo a ser fontaneros.
Las niñas estarán en el Marítimo en régimen de mediopensionistas, es decir, llegarán por las mañanas en el transporte escolar, comerán en el centro y a la finalización de la jornada regresarán a sus domicilios.
En la parte baja se han instalados los nuevos talleres de carpintería y soldadura eléctrica, así como un espacio para el servicio de garaje de la casa.
También se ha renovado, una vez más, el Gimnasio, ocupa en su totalidad, el ala derecha del edificio central, retirando de este lugar los consultorios y los quirófanos, que allí existían . El Gimnasio ha quedado amplio, lleno de luz, con accesos cómodos y funcionales. Muy completo en todas sus instalaciones y últimos adelantos en cuanto al material de uso.
 Pensamos que con todas estas reformas y nuevas construcciones el Sanatorio Marítimo va quedar muy bonito y práctico para la obra emprendida. Pronto será unos de los Centros más importantes en el mundo de la Educación Especial. 

Gerardo Alonso Matías