Como decíamos en la entrada anterior, las obras de construcción del Sanatorio Marítimo fueron
encargadas al arquitecto gijonés Sr. Del Busto y la empresa constructora fue la
empresa gijonesa, Fomento de Obras y Construcciones. Las obras comenzaron a
gran ritmo, tan pronto se resolvieron todos los trámites burocráticos. Durante
la construcción hubo que superar algunos inconvenientes derivados por la falta
de materiales, que por estos años de la posguerra, escaseaban en Gijón y
en Asturias. En Abril de 1944 visitó las obras el H. Arsenio, Provincial de
Castilla. Su visita, que duró varios días, sirvió para inspeccionar los
trabajos, que se estaban realizando y resolver algunas dificultades, que
estaban surgiendo. Esta visita sirvió también para estrechar aún más las
relaciones con los PP del Corazón de María, pues en la Residencia de Los
Claretianos, se hospedó el H. Provincial los días que duró su visita. Al
finalizar el año 1944 se ultimaron las partes constructivas y se comienzan las
distintas instalaciones de calefacción, agua, luz etc. En el año 1945 se monta
todo el material clínico, la cocina, la lavandería, las camas, los
muebles y se levanta una tapia que circunda toda la finca, que ocupa el
Sanatorio Marítimo y que según los datos existentes, sobrepasa la superficie de
treinta y cuatro mil metros cuadrados.
El Sanatorio Marítimo dista del
centro de la ciudad de Gijón, dos kilómetros aproximadamente en la carretera,
que va a La Providencia
bordeando el litoral acantilado. Podemos decir sin lugar a duda, que su
emplazamiento ocupa uno de los parajes más bellos de los contornos
de Gijón enclavado en una de las extremidades, que forma el arco de la
playa gijonesa, con vistas maravillosas al mar Cantábrico. Esta zona se
denomina La Eria
del Piles, (ería significa campo de cultivo) pues cuando se compraron los
terrenos al Conde de Revillagigedo era un conjunto pequeñas huertas donde
se cultivaba todo tipo de hortalizas. En un principio la entrada principal
estaba formada por un arco central, que era el portón y dos puertas
laterales de castaño. Los escudos de Asturias y de Gijón estaban situados
a los lados y por encima de la puerta principal, el escudo de La Orden Hospitalaria
con una inscripción que decía: Sanatorio Marítimo, Hermanos de San Juan de
Dios, Los escudos estaban labrados en piedra artificial y la entrada estaba
rematada por un tejadillo de alero saliente, que coronaba la portada.
Muchos y variados eran los
servicios clínicos de que disponía el nuevo hospital, Sala de
reconocimiento, Rayos X, Sala de quirófano, Sala de esterilización, Sala
ortopédica , Sala de fisioterapia, Gimnasio, Sala de escayolas etc. La Capilla de unos 50 metros cuadrados
tenia un hermoso altar labrado en ricas maderas y adornos dorados. Se debe de
destacar las ventanas vidrieras artísticas bien labradas hechas por la Unión de Artistas Vidrieros
de Irún y en las que destacaba la figura de San Juan de Dios rodeado de
un grupo de niños. Destacaban en la primera planta las dos enormes salas
denominadas Sala de San Rafael y Sala de San Paulino con veinticinco
camas cada una, con enormes ventanales que se comunicaban con la
terraza-solárium de más de sesenta y cinco metros de larga por cinco de
ancha y en toda su longitud un magnífico toldo para evitar el Sol cuando los
niños eran sacados a la terraza, pero de estas salas hablaremos en
otros comentarios, dada la importancia de las mismas.
Tenemos ya el Sanatorio
Marítimo en condiciones de ser habitado. La prensa local y regional se hacen
eco de esta realización y de esta gran obra, todos esperan con gran ansiedad el
día de su inauguración. A través de estos medios se invita a todos los
asturianos a colaborar con esta magnífica obra y los fines que con ella se
pretende. Una vez más el pueblo gijonés y el pueblo asturiano en general se
vuelcan con aportaciones y suscripciones. Estamos en el mes de junio del año
1945. El Sanatorio Marítimo es ya una realidad y pronto, muy pronto va a
comenzar esa ardua y generosa tarea para la que ha sido fundado.
Gerardo Alonso Matias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario