domingo, 2 de noviembre de 2014

H. Antonino Núñez Vicente

Corría el año 1959; en el mes de Agosto del presente año, La Orden de San Juan de Dios, provincia de Castilla y América del Sur, celebraba  en la Casa Madre de Palencia el Capítulo Provincial. La expectación, siempre, que se celebran estas reuniones, es enorme, porque todos están expectantes en conocer qué H. Superior va a dirigir durante los próximos tres años, la casa correspondiente, en este caso, El Sanatorio Marítimo.
Por fin después de 5 agitados días de reuniones, llega a Gijón la noticia de que ha sido elegido H. Provincial de Castilla y América del Sur para el trienio 1959-62, El H. Francisco de Sales Carrasco y H. Prior de esta casa de San Bernardo y San Hermenegildo, Sanatorio Marítimo, el H. Antonino Núñez Vicente. El día 30 de Agosto llega a Gijón el nuevo superior y el mismo día toma posesión de su cargo.  El H. Antonino es muy conocido, en esta casa, pues anteriormente fue el  P. Provincial  de Castilla y América del Sur y fueron bastantes las visitas, que realizó a nuestro  Hospital Infantil, Sanatorio Marítimo. Para el H. Antonino la casa de Gijón le era muy familiar, los Hermanos y los niños habían recibido su elección con alegría y satisfacción. Toda la familia hospitalaria del Marítimo había puesto en el Hermano Antonino las mayores esperanzas y la mayor confianza en su futura gestión.
Cuando mayores eran las esperanzas y cuanto mayor era la confianza, que se habían puesto en el nuevo Superior, he aquí, que aquejado de una grave enfermedad, que ya llevaba arrastrando durante más de tres años y que parecía que había desaparecido, corrió la noticia que nadie deseaba escuchar. El H. Antonino se había trasladado a Madrid al hospital de San Rafael para tratarse de su enfermedad.
Quien fue el H. Antonino? El nuevo Superior de Gijón había nacido en Santibañez de Zarzaguda, villa de la provincia de Burgos, un 12 de Junio del año 1912. Con 12 años de edad abandona su hogar paterno e ingresa en la Escolanía del Sagrado Corazón de Jesús de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios en Ciempozuelos, Madrid. Más tarde haría el Noviciado en la casa de Calafell en Tarragona. Su primer destino, como hermano profeso, fue Ciempozuelos, más tarde el Sanatorio Psiquiátrico de Palencia,  después Santa Águeda en Mondragón Guipúzcoa, de nuevo Ciempozuelos, más tarde Santurce en Vizcaya y siendo aún muy joven es nombrado el primer Prior de la Casa de Santander. Al H. Antonino le correspondió llevar, durante 6 años todo el peso organizativo del nuevo Sanatorio. En Santander tuvo que afrontar los grandes perjuicios causados por el huracán y el incendio de la capital de Cantabria, ocurridos el año 1941, que fue un desastre natural que tuvo lugar en la ciudad española  durante la madrugada del 15 al 16 de febrero del año 1941.considerado el incendio más demoledor en la historia de la ciudad. El año 1942 durante su mandato la casa de Santander cambió de nombre y pasó de llamarse Colonia del Asilo de San Rafael a llamarse Sanatorio Infantil de Santa Clotilde. Más tarde asumiría el Priorato del hospital de San Rafael en Madrid. El año 1950 fue elegido H. Provincial de Castilla y América del Sur.  Uno de los desvelos del H. Antonino en estos años de su mandato, se orientó a la  formación intelectual   y técnica de los aspirantes a la Orden, dando un marcado impulso a los centros de formación de los jóvenes aspirante y ofreciendo las mayores facilidades para que pudieran rendir el fruto deseado. El H. Antonino tuvo un gran cuidado en la redacción de sus cartas-circulares donde estampó hermosas pinceladas de orientación religiosa y advertencias muy atinadas. En una de sus circulares hospitalarias, el H. Antonino, entre otras cosas,  decía: “Habéis de desempeñar con solvencia vuestros empleos trabajando en ellos, sin miedo al qué dirán, no imitando a esos capataces de las obras públicas, que no hacen más que mirar a los obreros a quienes custodian, sin hacer nada ellos. Poned el hombro al trabajo a imitación de San Juan de Dios, dando de este modo ejemplo de laboriosidad a los empleados, que nos ayudan en las distintas ocupaciones en nuestras Casas.” En otra circular, al hablar del trato, que se deben de dar a los niños hospitalizados el H. Antonino dice: “Habéis de considerar al niño como una cosa sagrada y tratarle y asistirle con aquel respeto con que se manejan las cosas consagradas a Dios. Esos niños, aunque no se dan cuenta del alcance que tienen vuestros mimos exagerados y las caricias, que pasan los límites de la seriedad religiosa, mañana recordarán a aquel religioso inescrupuloso, que empañó su tierna alma y la dejó para siempre herida con el inmundo vaho de los malos deseos, con el agravante de haber sido estragado su corazón por las imprudencias o malas intenciones de un religioso. Nada pues, de sentarse en las camas de los niños hospitalizados  enfermos, ni manosearlos ni mucho menos dejarse manosear de ellos, cosas estas del todo impropias de nuestro carácter religioso y que por otra parte, puede ser causa de perder vuestra vocación religiosa, dejando desprestigiado vuestro nombre y quedando en mal lugar a la Orden, que tan amorosamente os recibió en su seno”.

El H. Antonino a pesar de la escasez del personal religioso que en aquellos años había, se lanzó a la fundación de nuevas casas, levantando en España la Clínica de San Juan de Dios en Burgos, las clínicas Psiquiátricas de Cochabamba en Bolivia y la Clínica de Lujan en Argentina. También logró introducirse en tierras de misiones creando la Fundación de Asafo en la república africana de Ghana.
El año 1956 cuando se celebró el Capítulo Provincial, el H. Antonino cesó en su cargo de Provincial de Castilla y fue elegido Prior de la Clínica Quirúrgica de San juan de Dios en Burgos. En este año el H. Antonino empezó a sentirse enfermo pero supo sobrellevar con gran fortaleza cristiana sus grandes molestias y supo mantener al día la Clínica burgalesa, haciéndola atrayente a los enfermos, que se acogen a los cuidados hospilarios en la misma.

Es en su viaje a Roma el año 1959 donde asistía al Capitulo General, cuando el H. Antonino siente que su enfermedad, que desde hacía algunos años le estaba aquejando, se agrava y tiene que permanecer algunos días cuando regresaba de Roma, en el hospital San Juan de Dios de Barcelona. Restablecido un tanto, asistió al Capítulo Provincial celebrado en la Casa de Palencia en los últimos días del mes de Agosto de dicho año, el H. Antonino fue elegido Superior del hospital infantil, Sanatorio Marítimo de San Bernardo y San Hermenegildo de Gijón.

Apenas tomó posesión de este nuevo cargo, la enfermedad volvió a recrudecerse, De nuevo fue intervenido en una clínica madrileña. Los días del postoperatorio fueron cruciales para su enfermedad, la cual se fue agravando insistentemente. Y en la madrugada del día 15 de Octubre del año 1959, festividad de Santa Teresa de Jesús, entregó su alma al Creador. Tenía 47 años de edad.
 Sus restos descansan junto al de otros Hermanos Hospitalarios en el cementerio de Nuestra Señora de la Almudena de Madrid.

En nuestro hospital Sanatorio Marítimo, los funerales por el eterno descanso del Hermano Prior Antonino Núñez Vicente se celebraron el día 20 de Octubre en la Capilla del centro. A dicho acto asistieron las primeras autoridades de la ciudad, el Sr Alcalde, El Rector de La Universidad Laboral, Los Padres Carmelitas, Los PP Jesuitas de La Inmaculada, y Superiores de todas las casas de Castilla. Celebró la Santa Misa el Rdo. Sr. Cura Párroco de Somió, parroquia a la que pertenece el Sanatorio Marítimo.

El día 17 de Diciembre tomó posesión el nuevo Superior, H. Esteban Félix  Flecha Bayón.
Gerardo Alonso Matías

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