Cuando finalizaba el año 1961
en nuestro hospital infantil de San Bernardo y San Hermenegildo, Sanatorio
Marítimo, se vivieron unos acontecimientos dignos de resaltar. Efectivamente,
en la mañana del día 2 de Diciembre y cuando apenas habían sonado las 10 de la
mañana, empezaron a llegar al centro hospitalario las autoridades civiles,
militares y eclesiásticas, no solamente de la villa de Gijón, sino también de
la capital del Principado. El acto, que iba a tener lugar en esta fría mañana
invernal, merecía esta expectación y esta concurrida asistencia. El Gobernador
Civil del Principado, D. Marcos Peña Royo; El Presidente de La Diputación Provincial ,
Sr. López Muñiz; el Alcalde de Gijón, D. Ignacio Bertrand; El representante del
Sr. Arzobispo, Rvdo. D. Manuel Álvarez Menéndez, Arcipreste de Gijón, nutridas
representaciones del Clero gijonés y de los Colegios de Médicos de Oviedo
y Gijón y los familiares del Dr. D. Aquilino Hurlé de Velasco, encabezados con
su viuda Dña. Maruja del Castillo e hijos. Todos ellos fueron recibidos y
cumplimentados a la entrada del Sanatorio Marítimo por el H. Provincial de la O. Hospitalaria ,
Fray Francisco de Sales Carrasco y el H. Superior del Hospital, Fray Esteban
Flecha.
Primeramente se bendijo la
piscina atemperada para facilitar el ejercicio acuático de los niños
paralíticos, en el período post-operatorio y de recuperación. Seguidamente se
dio acceso al nuevo Gabinete Odontológico, que una vez bendecido, quedó abierto
al público. También se ponía en servicio una potente lámpara de rayos
ultravioletas en Fisioterapia.
Trasladada toda la comitiva al
vestíbulo del Sanatorio se descubrió una placa de mármol y bronce dedicado al
Dr. D. Aquilino Hurlé de Velasco (q.e.p.d.) siendo la misma señora del
Dr. Hurlé quien descorría la cortina entre grandes y emotivos aplausos de todos
los asistentes. Un niño hospitalizado en el Centro, en nombre de todos sus
compañeros, hizo entrega a la
Señora viuda del Dr. Hurlé, de un magnífico ramo de flores
entre los aplausos de la concurrencia y que Dña. Maruja, en espontáneo acto,
depositó al pie de la lápida conmemorativa, reproduciéndose los aplausos de los
asistentes. A continuación hizo uso de la palabra el Dr. D. Luis
Cueto Granda, como Director médico del Centro, Sanatorio Marítimo, quien
resaltó la personalidad de su antecesor y le presentó como modelo de una vida
consagrada totalmente al Sanatorio Marítimo, obras y ejemplos, que perdurarán
para siempre en este Sanatorio Marítimo. Seguidamente el H. Provincial de la Orden Hospitalaria
Fray Francisco de Sales tomó la palabra y entro otras cosas, dijo: El sagrado
deber de la gratitud nos reúne en este sencillo y emotivo acto, con el noble
propósito de honrar la memoria del siempre recordado e ilustre Dr. D. Aquilino
Hurlé de Velasco, primer Director Facultativo de este Sanatorio Marítimo, tan
entrañablemente querido por todos los asturianos. Más tarde expondría las
relaciones que D. Aquilino tenía con La Orden Hospitalaria
de San Juan de Dios, para finalizar su discurso dando las gracias al Cuerpo
Facultativo del Sanatorio Marítimo a quien nos toca expresar públicamente
nuestro sincero reconocimiento y profunda gratitud. Este selecto grupo de
médicos encabezados por el entrañable amigo el Doctor D. Luis Cueto, todos
saben es, por su saber y por sus virtudes, digno sucesor del recordado Dr. D.
Aquilino Hurlé. A ellos, pues, y el haber hecho coincidir el
descubrimiento de esta lápida recordatoria con la inauguración de estas nuevas
instalaciones, constituyen, creemos sinceramente, el mejor homenaje que
podíamos rendir, a quien sólo anheló la continuidad y progreso de una obra
consagrada a estas criaturas tan predilectas de Dios. A todos muchas gracias.
El Sr. Alcalde de Gijón, D.
Ignacio Bertrand con emocionadas palabras hizo una semblanza del homenajeado,
el hombre bueno y querido de todos que fue el Dr. Aquilino Hurlé, que en este
Sanatorio Marítimo, de los Hermanos de San juan de Dios, dio todo su leal saber
y entender, que fue mucho, en beneficio de tantos niños lisiados, que
eficientemente fueron atendidos por el ilustre y muy recordado D. Aquilino
Hurlé. Cerró el acto la
Señora Viuda de D. Aquilino Hurlé, quien pudo expresar en
sentidas palabras su honda emoción y gratitud a los los presentes por el
cariñoso homenaje hecho a su querido esposo D. Aquilino Hurlé de Velasco; una
cariñosa y oportuna salva de aplausos puso término a sus últimas palabras de
intensa fuerza emotiva.
Terminados los actos
reseñados, fueron invitadas las autoridades y asistentes todos a pasar a un
salón continuo donde fueron obsequiados con una copa de vino español. La prensa
local y las emisoras de radio locales y del Principado se hicieron eco de este
acontecimiento.
Gerardo Alonso Matías.
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